Jueves 28 de Marzo de 2024

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LOCALES

16 de abril de 2019

Taco Pozo y la experiencia de asegurar unas 4.000 raciones diaria de comida

Llovió toda la noche en Taco Pozo, la última ciudad chaqueña antes de adentrarse en tierras de Salta. El agua y el barro están por todas partes, y más en los Centros de Atención Alimentaria, donde la gente, con amplia mayoría de chicos, se amontona esperando llenar sus tapers con la comida diaria que llevarán a sus casas. Gentileza:Walter H. Corvalan para Diario Norte- El Aguante TP.

Pero eso será dentro de un rato, más cerca del mediodía. Ahora son las 9, y cuando comienzo el recorrido por los seis Centros de Atención que funcionan en Taco Pozo, lo que más llama la atención son los fogones donde de a poco se irán instalando grandes ollas de aluminio donde se cocinará la polenta, el estofado o los guisos con carne. Está fresco y los fogones son una invitación danzarina que atrae. Mientras atienden las ollas, las cocineras se animan a compartir la palabra: “Esto ayuda, pero no alcanza, es todo muy caro, sobre todo las tarifas eléctricas”, dirá Lucía en el barrio Esperanza. En estos seis Centros la municipalidad de esta ciudad del extremo Oeste del Chaco entrega diariamente raciones de comida a unas 4.000 personas que tienen dificultad para proveerse de alimentos debido a la crisis que atraviesa el país. Asistencia alimentaria, con el agregado de que se trata de evitar que los chicos coman fuera de su casa, por eso se entregan raciones para que cada quien comparta la comida con su familia. Estas personas reciben raciones para su grupo familiar, por lo que la cantidad de asistidos es mucho mayor. Con este fin la municipalidad habilitó seis Centros de Atención Alimentaria (CAA), donde diariamente (incluso los sábados) se entregan las raciones de comida a las familias. “Esto se hizo con la idea, por un lado, de permitir que el grupo familiar siga compartiendo el momento de la comida que es muy importante, además de que se aprovechan mejor las raciones porque pueden servir para más de una comida al día; ypor otro lado, también nos fue útil para evitar la construcción de la infraestructura de los comedores, lo que nos habría hecho gastar dinero que necesitamos para la compra de mercadería”, explicó el intendente Carlos Ibáñez Amplio Ibáñez “con esta política social se evita por hogar un costo de cocinar al mediodía de unos $ 300. En 24 días al mes ascendería a un total de $ 7.200 por mes por hogar x 3.500 a 4.000 hogares, así de esta manera el monto de inversión es muy importante; el cual se distribuye en todos los barrios de la localidad”. Esta ayuda alimentaria se hizo necesaria debido a que la inflación y la suba en las tarifas de los servicios provocaron que muchas familias no puedan cubrir sus necesidades básicas de alimentación.   “La plata no alcanza” NORTE recorrió los barrios en donde están enclavados los Centros de Asistencia Alimentaria. Walter Ruiz, asiduo colaborar del municipio oficia de guía. Las imágenes de mujeres ante grandes ollas se repiten en la visita, gente llegando con sus tapers . Cada Centro funciona con la ayuda de los propios vecinos. No solo se reparte comida en el Oeste del Chaco, de alguna manera también dignidad avasallada por políticas neoliberales aplicadas en nuestro país. El barrio Itatí, también llamado barrio Centro, es el primero en la recorrida. Me recibe Luis Cortez, coordinador del Centro. Tres ollas están sobre las llamas, debajo de unos paraísos. En torno a ellas Cortez cuenta que en ese lugar buscan comida jubilados, amas de casa, chicos, alrededor de 900 personas, “ylos días de lluvia con más razón”, remata. Es que con todo húmedo es difícil prender el fuego, y muchas veces el precio de la garrafa de gas la hace inalcanzable en la zona. A unas seis cuadras, en la zona Sur, en el centro del barrio Luján, 700 personas retiran las raciones, aunque a veces no alcanza para todos, cuenta su encargada, Viviana Cortez. También aquí hierven tres ollas de aluminio, esta vez en un fogón debajo de chapas. Algunos niños comen antes de ir a la escuela.   El barrio Mocoroa está en la zona Oeste de Taco Pozo. El Centro funciona en el fondo de un terreno, detrás de un tinglado; dos fogones, cerca de un algarrobo seco, calientan las tres ollas de aluminio donde se preparan las raciones que llevarán a sus casas 1.000 personas (para alimentar a 1.200 con el núcleo familiar) . “No alcanza la plata ni para pan, para nada, es triste todo lo que está viviendo la gente ”, concluye la concejala Norma Navarro, de fajina y con delantal, es una más de las cocineras. Por estos días (primero por las vacaciones y luego por el paro) los Centros incluso están proveyendo la comida para los chicos en edad escolar, que comen en sus casas y después van a estudiar con poco de comida en sus estómagos. En el barrio Esperanza, en el Este, 918 personas retiran sus raciones para alimentar a unas 1000. “Esto ayuda, pero no alcanza, es todo muy caro, sobre todo las tarifas eléctricas; con el gobierno de Cristina no hubiese pasado esto”, asegura una cocinera: “Todos los quiosquitos cierran, no corre más la plata”, sintetiza. La encargada es Lucía del Carmen Vizgarra. La asfixia de la depreciación de los salarios y la suba de las tarifas es tema reiterado en los Centros. “Pagando la luz, a la gente no le queda para que coma”, dirán las cocineras del barrio Sagrado Corazón, en el Norte del pueblo, de donde es encargada Mercedes Acosta. De ahí llevan raciones 510 personas. Para llegar a la galería donde se entrega la comida hay que seguir la huella de los ladrillos puestos para no pisar el barro. Ya se acerca el mediodía y los comensales (mayoría niños) esperan el momento del reparto de la comida. También en el barrio 45 Viviendas, o Puerta del Sol, otra vez en la zona Este, los fogones, las ollas y el reparto de comida se hace en el fondo de un terreno. Cuando llegamos se estaban sirviendo las 400 raciones que se preparan a diario. “La gente retira para sus hijos y cada familia tienen entre cuatro y cinco chicos, ya que es muy complicada la situación económica; y la gente no puede más”, dice la cocinera casi llorando, y después queda sumida en un silencio incómodo. La encargada es Eva Caro.   El hambre del segundo semestre   Los Centros de Atención Alimentaria de Taco Pozo comenzaron a ponerse en práctica el año pasado, cuenta a NORTE, después del recorrido, el presidente del Concejo Deliberante, Alfredo Mercado. “Desde el segundo semestre que prometía el presidente de la Nación” advirtieron que había vecinos con problemas de alimentación, relató. Hasta entonces algunas familias se arreglaban con sus sueldos, pero “con la inflación del 50% más las tarifas que aumentaron el año pasado, luz, gas, transporte, teléfono”, ya se les hizo imposible acceder a la mercadería necesaria para el sustento diario. En ese marco la municipalidad detectó que “los niños de cero a cinco años, la etapa más difícil, en que más necesitan tener una buena nutrición, no tenían la alimentación adecuada”, porque al no estar escolarizados no contaban con los refrigerios que se brindan en las escuelas. Así comenzaron con dos Centros de Asistencia Alimentaria para que las familias pudieran retirar sus raciones de comida y “eso se vio potenciado a partir de diciembre de 2018”, en que la profundización del ajuste provocó que “a nuestros vecinos no les alcance para pagar la luz, para pagar el teléfono, para pagar los medicamentos y ahora ya no les alcanza para comer”. “Entonces la decisión política del intendente, acompañado por el Concejo Deliberante de Taco Pozo, fue determinar que se van a realizar estos Centros”, la mayor cantidad posible, para que todos habitantes del pueblo puedan acceder a sus raciones diarias de comida, “algo tan básico y que los funcionarios del gobierno nacional no tienen en cuenta, que la gente en la Argentina, no solo acá en el Chaco, sino en todas las provincias, no tienen un plato de comida. Y nosotros tenemos familias numerosas, gente que tiene escasas fuentes de trabajo”, sostuvo Mercado. El presidente del consejo destacó que se logró que “cada barrio se vaya organizando”, sobre todo las mujeres se organizaron; el municipio se reúne de manera abierta y los propios vecinos plantearon que van a colaborar para que en cada barrio pudiera funcionar un Centro Alimentario para que la gente pueda acceder al sustento.   Avanza, pero no se olvida Taco Pozo tiene unos 19 mil habitantes entre planta urbana y la zona rural. En la década del 2000 vienen realizándose obras e iniciativas de gestión en procura de convertirla en una ciudad con servicios y recursos tendientes a mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Entre otras acciones la construcción de un edificio municipal, la obra de una planta potabilizadora de agua (destacable si se tiene en cuenta la presencia de altos niveles de arsénica en la zona), la inauguración del nuevo hospital, la refacción de la Parroquia Santa Rosa de Lima, así como el avance de la pavimentación de calles, la creación de una peatonal y el mejoramiento de paseos y plazas, fueron cambiando la fisonomía del pueblo. Hubo también acciones tendientes a mejorar la calidad de vida de los habitantes de los parajes rurales, en cuyo marco se hicieron numerosas perforaciones para proveer de agua a los puestos radicados en los parajes. En el entendimiento de que “el tacopoceño debe tener las mismas comodidades que cualquier ciudadano chaqueño”, la gestión de Ibáñez también encaró obras de mejoramiento en los barrios, y en el área educativa con la firma de convenios con el Instituto Miguel Neme y la Universidad Nacional del Chaco Austral (UNCAUS) para traer nuevas carreras al pueblo. En este marco de crecimiento, la ciudadanía tacopoceña se vio afectada por la inflación provocada por la gestión de Cambiemos a nivel nacional. Ante esta situación surgen los Centros de Atención Alimentaria para colaborar con quienes resultan más afectados por las políticas económicas recesivas, sostuvo el intendente Ibáñez, quien agradeció al gobernador Domingo Peppo por acompañar esta iniciativa. “La gente ahorra al no cocinar en su casa al mediodía; así aliviamos la situación y le garantizamos que van a tener un plato de comida”, afirmó.

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