17 de junio de 2017
Números que ratifican la crisis del sector lechero

La caída del 12,5 % en la producción de leche durante 2016 preocupa debido ya que se espera que la desaparición de tambos se ubique entre 5 y 10 %. Según Jorge Giraudo, coordinador del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina, se debe a la quita de retenciones y al "impacto climático que azotó a diversas regiones".
17/06/2017 12:52:00
La producción de leche cayó un 12,5% durante todo 2016, en comparación con el año anterior, en tanto que la proyección para 2017 es preocupante ya que se espera que la desaparición de tambos se ubique entre 5 y 10%, lo cual se confirmará cuando bajen las aguas de zonas inundadas en la cuenca lechera. Estos datos forman parte de las conclusiones a las que se arribó en las Jornadas Lecheras Nacionales que se desarrollaron en Villa María, Córdoba, con más de 600 asistentes y de 30 empresas que expusieron productos y servicios. Otro dato importante es que el consumo de leche bajó 6%, a 201 litros por habitante por año, aunque la tendencia ahora parece estabilizarse. En la reunión, organizada por TodoAgro y el Instituto de Ciencias Básicas Aplicadas de la Universidad Nacional de Villa María, participaron doce expertos de primer nivel. El programa fue abierto por Jorge Giraudo, coordinador del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina, instrumento creado por el Ministerio de Agroindustria de la Nación. Giraudo indicó que desde fines de 2014 se abatió sobre la lechería mundial una “tormenta perfecta” en cuyo combo influyeron la desaceleración del crecimiento del PBI mundial, el bloqueo de Rusia, la caída del precio del petróleo y la reducción de importaciones de China. También se verificó el fin de las cuotas de la Unión Europea (UE) y el consiguiente crecimiento de la producción en esa zona, una mejora significativa de la relación precio-alimentos y condiciones climáticas favorables. Giraudo agregó que ese “cuadro global está cesando y comienza a rebotar, aunque no con la fuerza que la cadena lechera necesita” y sostuvo que la volatilidad “seguirá siendo muy alta para el sector lácteo mundial”. Causas locales Todo esos factores se combinaron con lo que sucedió en el mercado doméstico y el especialista destacó que también hubo retracción del consumo desde esa fecha, lo que se acentuó con la devaluación del peso a fines de 2015 con el cambio de gobierno y el alto índice inflacionario que viene arrastrando el país. Además influyó la eliminación de retenciones, que hizo llegar a 1,25 la relación maíz/leche, el menor valor desde enero de 2002. “Este contexto, junto al impacto climático que azotó a diversas regiones productoras del país, hizo que la producción en Argentina cayera un 12,5% y llegara a 9.895 millones de litros de leche en 2016”, dijo. En cuanto a la desaparición de tambos, puntualizó que será del 5 al 10% anual en 2016 y 2017 (versus 1,9% promedio de la década anterior), aunque eso se sabrá cuando “bajen las aguas”. Giraudo manifestó también que el consumo cayó un 6%, a 201 litros por habitante por año, aunque “estaría estabilizándose”, en tanto que la producción de leche tras 11 meses consecutivos de caída, estaría recuperándose levemente y que ayuda a eso la buena relación maíz/leche y soja/leche, además de las mejoras en el clima. Finalmente, al referirse a los desafíos de la producción, indicó que es necesario acortar la brecha tecnológica ya que hoy, en el país, 650 tambos producen lo mismo que otros 7.600.
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